AHIGAL DE LOS ACEITEROS.
Abranse las puertas
del alto castillo,
que viene la novia
con el su marido (bis).
Una casadita
En tierras ajenas
Con la escoba barre que barre,
Y con los ojos riega.
Y con la boca dicen que dice:
“¿Quién fuera soltera?”
Una casadita en tierras extrañas,
A las tus vecinas llamarás hermanas.
Si oyeras reñir,
Cierra tus ventanas;
No seas testigo, testigo de las lenguas malas.
Si oyeras reñir,
Cierra tus balcones;
No seas testigo, testigo de murmuraciones.
¿De quién son las vacas,
Que van por el prado?.
Suyas son señora, señora;
Mio es el cuidado.
COPLILLAS DE AHIGAL DE LOS ACEITEROS.
¡Oh glorioso Santo Sebastián!
Que en el bastón tienes lirios
Quitanos de aquí la peste
Y mándanos pa sobradillo.
¡Oh glorioso Santo Sebastián!
Que en el bastón tienes rosas
Quítanos de aquí la peste
Y mándala pa la Hinojosa.
CANCIÓN DE NAVIDAD (CERRALBO)
Estas puertas son de pino,
Y el cerrojo de cristal,
Las almas que hay dentro
Que salgan a convidar.
Con una cestita de uvas,
Y un rebojito de pan,
Una pintita de vino
Para poder aguantar.
Que dice Melchor que toquen
Esos instrumentos,
Y alegren el mundo
Que ha nacido Dios,
Que dice Melchor que toquen
Esos instrumentos,
Y alegren al mundo
Que ha nacido Dios.
LA REJA (LUMBRALES).
Vengo a cantarte a la reja
Porque no puedo vivir sin ti.
Y al ver que no estás en ella,
No se que pasa por mí.
Pensando que estás con otro
Ganas me dan de ser matón,
De volver junto a tu reja,
A partirte el corazón.
REINA DE ESPAÑA QUERIDA (LUMBRALES)
Reina de España querida
Que en ese castillo estás
Encerrada y abatida
No te consuelas jamás.
Oye el cariñoso acento
Que a tu lóbrega prisión
En alas del pensamiento
Te manda mi corazón.
El cielo de España
Tu cuna való
Llevando a tus ojos
Tan mágico son.
¡Oh! Reina querida
Que sufres ahí
Entera mi vida
Será para ti
Será para ti
Entera mi vida
Será para ti.
El recuerdo venturoso
De otro tiempo y de otro amor
Ahora turba mi reposo
Y agita mi corazón.
Ante el fiero torbellino
Que sufriendo tu alma está
Tu morena en el camino
Como estrella brillará.
El cielo de España……
EL JARDÍN DEL AMOR
En el jardín del amor con mucho placer entré
Y vi la flor, y ví la flor que jamás olvidaré.
Niña hechicera me haces penar
Con tu reir, con tu llorar
Apaga el fuego de mi corazón
Cuando lloran tus ojos llenos de ilusión.
Deja que crezca la flor y semilla cogerás
Y con amor, y con amor yo también te he de ayudar.
Niña hechicera me haces penar
Con tu reir, con tu llorar
Apaga el fuego de mi corazón
Cuando lloran tus ojos llenos de ilusión.
A la fuente del amor con esperanza llegué
¡ay! Que dolor ¡ay! Que dolor, cuando seca la encontré.
Niña hechicera me haces penar
Con tu reir, con tu llorar
Apaga el fuego de mi corazón
Cuando lloran tus ojos llenos de ilusión.
Como paloma y pichón romperemos a volar
Y a tu balcón nos iremos a posar.
Con tu piquito me das de comer
Tú eres la flor, tú eres mi amor
Jardinerita de mi corazón.
Riega, riega las flores
Porque tuyas son.
A LAS ORILLAS DE UNA FUENTE (LA REDONDA)
A las orillas de una fuente
A una zagala vi,
Con el ruido del agua,
Yo me acerqué allí;
Yo oí una voz que decía:
Ay de mí, ay de mí!.
Des que la vi solita
Le declraré mi intención
Y ella se turbaba
Y ella nada me contestó.
Y entonces dije, pa mí entonces:
Ya cayó, ya cayó, ya cayó…
Luego subí a un árbol,
Varias flores corté,
Y en su divino pecho
Todas las coloqué.
Y entonces dijo la níña:
Qué atrevido es usté!.
La agarré de la mano
Y al café la llevé,
Y en su divino rostro
Tres besos le estampé.
Y entonces dice la niña:
Otras tres que son seis.
Y al despedirme de ella,
Ya un abrazo me dijo:
No me olvides, por Dios!.
Bien sabes que el amor mío
Sólo en ti se rindió.
Bien sabes que el amor mío
Sólo en ti se rindió.
YA VIENES DE LA GUERRA DE AFRICA (LA REDONDA )
Ya vienes de la guerra de Africa, todo esto lo trae el amor.
Ya venimos de la guerra de Africa, todo esto lo trae la pasión.
Al marcharme rosita temprana,
Me dijiste que me esperabas,
Y ahora vengo a casarme contigo
Y veo que ya estás casada.
Casadita, casadita, casada estoy, que la ley
Me hicieron volver,
Me casaron en la flor de la vida,
Con un hombre que yo nunca amé.
No te acuerdas del paño de grana
Que de novios yo te regalé;
Dámelo, que si tu no lo has roto,
En tu nombre, yo lo romperé.
No me acuerdo del paño de grana
Ni de varios regalos que me hiciste,
Solo de un costurero de plata,
Donde tú mi retrato pusiste.
Dame un beso, rosita temprana,
Dame un beso de esos de amor,
Que tu pecho ha tocado a otro hombre
Y en tus labios quiero besar yo.
Ese beso que tú a mi me pides,
Ahora y nunca te lo puedo dar,
Ese beso se lo di a otro hombre
Con quien me encuentro casada.
Ese beso que yo a ti te pido,
Ahora y siempre tu me lo has de dar,
Y si no con mi mano derecha,
En tu pecho clavaré un puñal.
Si tu tienes puñal de dos filos
A mi pecho podrás traspasar