Iniciamos una serie de artículos con el diario de Viaje a Guatemala







lunes, 28 de marzo de 2011

La Ría de Villaviciosa.

Las marismas forman un paisaje dinámico que cambia constantemente según el flujo de las mareas. Hay pocos lugares tan interesantes como estos esoacios a caballo entre el mar y la tierra.

La Ría de Villaviciosa en la zona central de Asturias (España) es una de las pocas marismas que han sobrevivido a la acción destructiva del hombre que hasta hace poco consideraba estos espacios como lugares desaprovechados e incluso insalubres y en consecuencia se intentó desecarlos.

La trasformación de la Ría de Villaviciosa comenzó hace siglos pero se intensificó a en el siglo XX en que los medios técnicos lo permitieron. Muchos de los terrenos que formaban parte de las marismas fueron vendidos por los ayuntamientos a particulares para que procedieran a su desecación y así transformarlos en terrenos de labor o en prados, que en esta zona se llaman "porreos". Las obras son sencillas: consisten en un muro de piedra que actüa como muro de contención y se rellena con tierra la zona. Así se formaron los porreos de Villaverde, del Sebrayo, de la Muslera o del Misiego.Estas obras han modificado sustancialmente las condiciones naturales de la Marisma. Aún así es todavía mucho lo que se puede ver en este espacio natural que cuenta con la protección de Reserva Natural Parcial.

Las Marismas albergan una fauna y flora singular.

Las marismas son un paraiso para el ornitólogo. En ellas se pueden observar muchas aves, algunas residentes y otras migratorias que aprovechan estas zonas para descansar y alimentarse durante los pasos de primavera y otoño.

Cuando baja la marea quedan al descubierto los fondos fangosos que son aprovechados por las limícolas , como los correlimos, para alimentarse de la "xorra", gusanos, bivalvos etc... Es fácil observar entonces al zarapito real (Numenius arquarta) con su largo y curvado pico y al archibebe común (Tringa totanus) sacando un largo gusano de entre el fango. Las gaviotas forman grupos sobre la arena de las orillas y las garzas salpican de blanco la ria. Patos de diferentes especies como el pato cuchara (Anas clipeata) son fáciles de observar en las characas que se forman en los porreos.

Pero el naturalista no prestará solo atención a las conspicuas aves. La flora de estos lugares es también muy interesante y casi única. En función del grado de inundación del terreno producido por las mareas se dará un tipo de vegetación u otra. Las plantas que viven a más profundidad y que por lo tanto permanecen más tiempo sumergidas son las sedas de mar (Zoostera marina y Zoostera noltii). Estas plantas están adaptadas para resistir la salinidad del agua. Según vamos ascendiendo las tierras quedan más tiempo por encima del nivel del agua y la vegetación va cambiando. Así a las paraderas de seda de mar las sustituyen las praderas de hierba salada y a estas las praderas de salicornia

Las Marismas constituyen un ecosistema frágil y como hemos visto muy interesante y variado. Esperemos que los tiempos en que se consideraban como un estorbo hayan pasado a la historia y que a partir de ahora sean protegidos como se merecen, poniéndolos a salvo de la especulación urbanística y del turismo incontrolado que solo busca playas y restaurantes perdiéndose por desconocimiento o desinterés la parte más interesante: sus valores naturales y paisajísticos

Datos prácticos
Reserva Natural Parcial de la Ria de Villaviciosa (Asturias) España.
http://www.riadevillaviciosa.org/

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