Iniciamos una serie de artículos con el diario de Viaje a Guatemala







martes, 12 de julio de 2011

Vigilando a águila culebrera

Servicio de vigilancia aéreo.

9/07/2011,  19:20 AM Rio Camaces. Despejado

Durante esta semana ha hecho buen tiempo, el habitual en verano, pero sin que el calor haya sido agobiante. Esta tarde corre algo de brisa, eso sí las moscas ya están insoportables. Todo tiene el color ocre típico del verano.
Un águila culebrera  (Circaetus gallicus) hace su ronda, volando en circulos, mientras varios milanos vuelan alrededor de ella. Todo el tiempo que el águila estuvo a la vista tuvo a algún milano cerca. En algún momento se juntaron hasta cuatro milanos. Al cabo de un rato llegó otro águila culebrera y durante varios minutos volaron las dos juntas.

En las rocas que asoman sobre el agua del rio las lavanderas blancas ( Motacilla alba) agitan su cola y saltan de una piedra a otra.
Un abejaruco (Merops apiaster)entra en su nido construido en el talud del rio, mientras otros esperan posados en las ramas de un roble cercano. Tienen todos los colores del arco iris, con el pecho verde la garganta amarilla, la frente blanca y las alas de mil colores.

La danza del alcaudón.

10/07/2011,  9:00 AM Rio Camaces. Despejado

 Un alcaudon común (Lanius senator) estaba posado en la rama más alta de un carrasco emitiendo su monótono y chirriante canto haciendo un bonito “abaniqueo” de la cola. La lleva de derecha a izquierda haciendo un elegante movimiento. Volaba de un árbol a otro repitiendo la operación, mientras era observado por tres alcaudónes jóvenes todavía con el plumaje gris que estaban posados sobre una rama de escoba seca. Cuando el alcaudon adulto terminó de hacer su recorrido por todos los árboles se acercó donde estaban posados los pollos, preparándose gran alboroto.

He visto una hembra de galápago europeo que tenía una cicatriz en el plastón. Era como una escotadura en la parte delantera, por lo demás tenía un aspecto magnífico.

Cuando dejé al galápago vi a un andarrios chico (Actitis hypoleucos) junto a una roca en medio del río. Permanecía inmóvil sin hacer nada y parecía que podría pasarse así todo el día. En esas estabamos cuando en una roca que hay por delante de donde estaba el andarrios trepó un galápago para estirarse al sol. Por los prismáticos veía a los dos animales a la vez. Entonces por detrás del andarrios en la orilla contraria del río llegó un zorro, husmeando el suelo y buscando algo que comer entre las hierbas. Cuando el zorro se cansó de esa tarea se sentó a la sobra de un fresno, así que ahora podía ver a los tres a la vez. El primero en abandonar la reunión fue el zorro, y luego yo que al moverme provoque que el andarrios volase y el galápago se zambullese en el agua.

Al volver a casa me encontré con un galápago europeo recien nacido. Era del tamaño de un pulgar y estaba en un tramo seco de un regato.  Mientras en el cielo volaba una cigüeña negra (ciconia nigra), con su pecho blanco.

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