Iniciamos una serie de artículos con el diario de Viaje a Guatemala







domingo, 3 de julio de 2011

Canciones poulares de la Redonda y San Felices de los Gallegos (Salamanca)

YA VIENES DE LA GUERRA DE AFRICA (LA REDONDA)

Canción que inventaron los soldados que regresaban de Africa.

Ya vienes de la guerra de Africa,
 todo esto lo trae el amor.
Ya venimos de la guerra de Africa,
 todo esto lo trae la pasión.
Al marcharme rosita temprana,
Me dijiste que me esperabas,
Y ahora vengo a casarme contigo
Y veo que ya estás casada.
Casadita, casadita, casada estoy, que la ley
me hicieron volver,
me casaron en la flor de la vida,
con un hombre que yo nunca amé.
No te acuerdas del paño de grana
que de novios yo te regalé;
dámelo, que si tu no lo has roto,
en tu nombre, yo lo romperé.
No me acuerdo del paño de grana
ni de varios regalos que me hiciste,
solo de un costurero de plata,
donde tú mi retrato pusiste.
Dame un beso, rosita temprana,
dame un beso de esos de amor,
que tu pecho ha tocado a otro hombre
y en tus labios quiero besar yo.
Ese beso que tú a mi me pides,
Ahora y nunca te lo puedo dar,
Ese beso se lo di a otro hombre
Con quien me encuentro casada.
Ese beso que yo a ti te pido,
ahora y siempre tu me lo has de dar,
y si no con mi mano derecha,
en tu pecho clavaré un puñal.
Si tu tienes puñal de dos filos
A mi pecho podrás traspasar;
¿matarás una hermosa criatura
Que dentro de mi pecho estará?
Yo no mato a esa hermosa criatura,
que no viva en el mundo inocente,
pero si cuando venga al mundo
a ti sola te daré el amor.
A los tres días tuvo una niña
más hermosa que el hada del sol,
y por nombre le pusieron Rosa,
como su madre mandó.
A los quince días salió a misa
y en la calle fue y se la encontró.

Buenos días, Rosita temprana,
Ahora vengo a lograr mi intención.

No me mates por Dios, no me mates;
no me mates por tu corazón;
ese beso que tu a mi me pides
ahora y siempre te lo daré yo.

Yo no quiero besos de tus labios,
lo que quiero es lograr mi intención;
y sacando un puñal de dos filos
en el pecho fue y se lo clavó.

Si mi amado marido supiera
que la muerte me ibas a dar,
entre cuatro parejas de guardias
a la carcel te conducirán.

VILLANCICO (LA REDONDA)

Va la Virgen Pura,
con su niñito en los brazos,
que se llama Manuel,
y en la mitad del camino
quiere el niño comer.

No me pidas agua mi hijo,
no me pidas agua mi bien,
que están los arroyos turbios
y no se puede beber.

Allá en aquel alto
hay un rico naranjal,
de un ciego que no ve.
Ciego dame una naranja
para este niño comer.
Entre usted, la mi señora,
coja las que quiera usted.

La Virgen como es tan santa,
sólo ha cogido tres
una le ha dado al niño,
y otra le ha dado al
bendito San José,
y la otra la metió en el regazo,
para en el camino oler.

Muerde el niño la naranja
y el ciego principia a ver.
El ciego se fue pa casa
y ha cantado a su mujer:
¿Quién te ha dado la vista?
¿quién te ha hecho tanto bien?
Nuestra señora y el Niño
y el Santo San José.

ROMANCE DEL CASTILLO DE SAN FELICES (SAN FELICES DE LOS GALLEGOS)

Los que amais a San Felices,
Villa donde yo nací,
el romance del castillo
ahora mismo vaís a oir.

La viuda de Don Sancho,
la condesa Beatriz,
siete años ha llorado
de su esposo el triste fin.

Nueva torre en San Felices
han mandado construir,
donde vive con su hija,
que es una niña gentil.

Leonorcita, leonorcita,
rosa de pitiminí,
hoy por ser tu cumpleños
que lo pases muy feliz.

Por las góticas ventanas
del altivo torreón,
los señores de la Villa
ven un campo encantador.

Allá por la Rodávila
a la clara luz del sol
los frondosos olivares
lucen siempre su verdor.

Canta el buho en las Arribes
en su rústico peñon
y el lucero de la tarde
despide su resplandor.

A los campos inmediatos
ha llegado la oración
y dejando las faenas
vuelve a casa el labrador.

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