Iniciamos una serie de artículos con el diario de Viaje a Guatemala







lunes, 26 de agosto de 2013

7 de julio. En una aldea de Ixcán: Vacas y taŕantulas.


7 de julio.

Nos levantamos a las 6 de la mañana que es la hora habitual en que la gente se levanta en Guatemala. Por los alrededores de la casa veo un colibrí, hasta ahora nunca había visto ninguno. Fué una visión fugaz porque llegó a unas flores agitando sus alas, y se marchó al instante. Son precisos y el colorido de su plumaje es espectacular.

Al mediodía vamos a conocer las fincas. En esta región se vive de la agricultura. Hace unos años parcelaron la selva adjudicando a los propietarios unos lotes de tierra. Inicialmente se las dieron a los indígenas pero estos las han ido vendiendo y ahora son pocos los que mantienen la propiedad. Como resultado de ese proceso colonizador se crearon algunas aldeas en una de las cuales estamos ahora. Las parcelas están cerca de casa, como a un kilómetro. Es una explotación formada por dos parcelas separadas por un camino y cercadas con alambre de espino. Parte de la superficie se dedica al cultivo del maíz y otra parte a la siembra de zacate, que es una planta forrajera, con las hojas anchas y largas y que alcanza bastante altura. Se corta cuando tiene aproximadamente 1,5 m de alto. El zacate lo pican a diario con una máquina y así se lo dan al ganado.


Zacate 



Hay unas treinta cabezas, de las cuales se ordeñan 13 vacas. Cada vaca da entre 10 y 15 litros de leche. Solo las ordeñan por la mañana porque el resto de la leche se la dejan para que mamen los terneros.

El maíz lo siembran directamente sobre el terreno sin labrar. Las malas hierbas las eliminan con herbicidas. La cantidad de herbicida que se aporta al suelo debe ser astronómica. La mochila a la espalda es habitual en la gente de aquí, casi tanto como la colima que es un machete que usan para todo.

Hace unos años una “centella” mató a tres vacas. Ha dejado un surco en el suelo, desde el árbol donde cayó hasta la cerca de alambre. Las tres vacas estaban junto a la alambrada y ahí es donde el rayo las mató.

Hay varios pies de palojiote que es un árbol con la corteza roja y con tal capacidad de enraizamiento que cortan ramas y las entierran en el suelo en los bordes de las fincas, porque se agarran tan rápido que así les sirve de portes naturales para el cerramiento.

Por todos lados se ven hormigas cortadoras de hojas, y también unos pájaros negros parecidos a las urracas.


Hormigas cortadoras de hojas



De vuelta a la casa capturamos un saltamontes de gran tamaño, que tiene las alas rojas y que se come las hojas de los árboles y las macetas que rodean la casa.

Saltamontes

Por la noche encontramos una ranita muy parecida a la rana de San Antonio pegada a una viga de la parte de atrás de la casa, y a una tarántula en el hueco de un bloque de hormigón que sirve de base a la cocina de leña donde hacen las tortillas. Es una araña muy grande que asoma sus patas peludas por los agujeros del bloque.


Tarántula

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