El odio a las serpientes es tan extendido como injustificado. La reacción más habitual cuando alguien se encuentra en el campo con una serpiente es apalearla hasta matarla. Es un comportamiento absurdo. En la península ibérica hay muy pocas serpientes venenosas. En cambio los beneficios que generan controlando a las plagas, como las de roedores son indiscutibles.
Culebra de escalera (Rhinechis scalaris) victima del odio a los reptiles |
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